RIP: 14/04/2024 - Fribourg
El Fr. Eugen Andermatt nació en Aarau (Suiza) el 17 de noviembre de 1929, era ciudadano de Merenschwand y creció en Cham. Despu és de la escuela primaria en Gottschalkenberg y Friburgo, ingresó en el noviciado de Passau el 11 de octubre de 1951, donde hizo su primera profesión exactamente un año después. Tras estudiar filosofía y teología en Passau, fue ordenado presbítero el 29 de junio de 1956 en Passau. Tras su ordenación, se preparó en la Universidad de Friburgo para sus muchos años posteriores como profesor, prefecto y instructor de deportes en el instituto de muchachos, propio de la Sociedad en Drognens. En 1977, el instituto se cerró por falta de nuevas vocaciones. A partir de ese momento, El P. Eugen se dedicó a la pastoral parroquial en diversos lugares. Fue párroco, pero también le gustaba sustituir a otros presbíteros o servir en pequeñas parroquias huérfanas. Dentro de la comunidad Salvatoriana, también cumplió durante un tiempo el servicio como superior local en Zug y durante un tiempo ayudó en la composición de la revista Salvatoriana Unterwegs, la sucesora de la revista histórica “Der Missionär”. De mayo de 1989 a abril de 2004, el P. Eugen fue párroco en una parroquia rural cerca de Lucerna. El hecho de que allí fue bien recibido y supo responder a la gente queda demostrado por las numerosas visitas que recibía desde allí una y otra vez. Cuando el P. Eugen regresó a la comunidad de Zug, de ningún modo se retiró por completo. Le gustaba mantenerse activo ayudando en las parroquias de los alrededores y realizando pequeños trabajos en casa. Siempre estaba dispuesto a probar algo nuevo e inusual. En este contexto, también hay que mencionar que fue párroco de sordos y deficientes auditivos durante 32 años. P. Eugen solía estudiar escritos teológicos todos los días. Rezar el rosario era importante para él y, en los últimos años, se implicó cada vez más en la espiritualidad de nuestro Beato Fundador. El 14 de abril de 2024, después de haber rezado Laudes y tomado el desayuno, se dirigió como de costumbre a su habitación, donde esperaba a la enfermera, que le encontró muerto. Su corazón se paró de repente. Tenía 94 años y había sido Salvatoriano durante 71 años.
