En la noche del 7 al 8 de febrero de 2017, se produjo un gran incendio en el barrio de tugurios de Parola, Manila. Precisamente en esa zona, los Salvatorianos y su ONG local Puso sa Puso tienen en marcha el programa ALSA BUHAY, una combinación holística de iniciativas educativas para ayudar a la infancia y las familias.
No es la primera vez que se declara un incendio en ese barrio de tugurios y las causas de estos sucesos nunca quedan claras: podría ser un accidente, ya que las casas están construidas con materiales inflamables de baja calidad y es muy común utilizar estufas como calefacción y velas para el alumbrado. Pero también podría tratarse de una acción deliberada. Es un milagro que esta vez no haya muerto nadie, ya que el punto de origen estaba cerca de un contenedor de GLP (Gas Licuado del Petróleo), que explotó. No obstante, según los cálculos oficiales, más de 8.500 residentes han perdido sus hogares y posesiones. Entre ellos se encuentra una serie de beneficiarios/as de los programas que realizan los Salvatorianos: el hogar de 38 familias actuales o antiguas beneficiarias de ALSA BUHAY se ha visto destruido total o parcialmente, perdiendo todas sus posesiones.
Las comunidades salvatorianas locales respondieron inmediatamente y ayudaron al personal de Puso sa Puso a recoger y distribuir productos básicos como comida, ropa, artículos de higiene, medicinas y ropa de cama. El mismo día de la catástrofe se estudió la situación y las necesidades más urgentes y se informó de ellas a SOFIA, que inmediatamente solicitó fondos de emergencia a la organización católica Misean Cara. Afortunadamente, dicha agencia respondió positivamente a la solicitud y concedió rápidamente 8.380 €. Junto con los donativos locales y los regalos en especie de la Comunidad Salvatoriana de Amadeo, esta cantidad por lo menos ha ayudado a financiar un primer auxilio que se necesitaba desesperadamente. Este generoso apoyo emocionó a los Salvatorianos locales y al personal de Puso sa Puso, ya que llegó incluso a exceder la ayuda enviada en 2015 cuando un incendio igualmente catastrófico golpeó al mismo barrio de tugurios de Parola.
De la ayuda salvatoriana se benefician directamente 80 familias, lo que supone 320 niños, niñas, adolescentes y sus padres, madres y/o tutores que viven en el barrio de tugurios de Parola y que han perdido sus hogares total o parcialmente. 40 de ellos son niños, niñas y adolescentes que participan en las actividades de Puso sa Puso, o antiguos alumnos/as. Las clases y otras actividades del programa se reiniciaron poco después del desastre en locales provisionales y en el centro de subsistencia. Esto se debe a que el contenedor en el que se suelen impartir las clases se está empleando ahora como almacén para las pocas posesiones que las familias pudieron salvar del fuego. También se han beneficiado indirectamente los demás habitantes del barrio de tugurios, que tiene unos 60.000 habitantes, especialmente los 5.000 que permanecieron cerca del área afectada.
Más allá de las necesidades inmediatas, la privación temporal de techo y sustento de estas 80 familias sigue siendo un problema grave que se debe abordar lo antes posible. (No se ha podido llegar a un número mayor de familias, dado el limitado número de personal voluntario disponible). Puesto que la mayoría de la gente quiere reconstruir sus hogares donde estaban antes, Puso sa Puso evaluará la demanda y sugerirá las mejores soluciones. Si hiciera falta, SOFIA solicitará a otros donantes los fondos necesarios para esta segunda fase.
Afortunadamente, a pesar de la magnitud de las sombras, brilla entre ellas una luz pequeña pero significativa: una semana después del incendio, Puso sa Puso recibió un importante reconocimiento del Departamento de Educación (equivalente al Ministerio nacional) por sus buenas prácticas y la elevada calidad de la educación que la ONG está proporcionando en el área de los Sistemas Pedagógicos Alternativos. ¡Una noticia reconfortante y un reconocimiento del éxito, demostrado a lo largo de siete años, del trabajo, la dedicación y el compromiso de los Salvatorianos implicados y su equipo, que seguirán con su labor sin importarles las interminables dificultades y emergencias!